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TERCERAS JORNADAS DE
BUENAS PRACTICAS EN APS Y SALUD FAMILIAR 2014
verduras a raíz de sus huertas en 2 a 3 porciones al día y la participación a través de experiencias
educativas.
Cultivar una huerta en casa se convierte en una actividad para compartir tiempo en familia. Los
huertos caseros son una gran manera de cosechar los beneficios saludables de un estilo de vida rico
y nutritivo. El trabajo inicial con 15 familias se mantiene mediante las visitas a sus huertas.
Con nuestra práctica sintonizamos con el modelo de salud familiar en las áreas de trabajo con
familias a través del ciclo vital y hacemos de la realidad una oportunidad para la participación de la
comunidad.
Las huertas de autoconsumo y la revalorización de hortalizas y hierbas cultivadas en hogar,
permiten a las familias mejorar la disponibilidad de vegetales y una mayor diversificación en las
preparaciones culinarias con el consiguiente aumento de consumo de verduras a nivel familiar, lo
que medimos a través de encuesta de alimentación: consumo de frutas y verduras, en función del
programa 5 al día; todas las familias participantes reconocen que a raíz de sus huertos ha
aumentado su consumo de verduras al día.
Se aprendió de la naturaleza y a estar en contacto directo con ella, se dejaron huellas y se recogieron
frutos de los saberes tradicionales y técnicos, optimizando el consumo de alimentos frescos y
considerando además que práctica de sembrar fomenta la paz mental y alivia el “stress”, de acuerdo
a las opiniones recogidas de los propios usuarios.
Resultados No Esperados:
• Disminución de obesidad infantil en preescolares de jardín “Estrellita de mar” de un 12 a 9 %
• Fomento de estados de relajación.
Análisis y Reflexión:
Esta experiencia de trabajo con familias nos permitió incorporar a la comunidad en la solución de
sus problemas de salud, apoyados en la visión que tenemos como CESFAM trabajar en conjunto con
nuestros usuarios con una actitud equitativa, solidaria, integral y de calidad.
En nuestra preocupación por fortalecer vínculos con nuestra comunidad, nos dimos cuenta que es
importante el trabajo desde sus necesidades y con sus propios recursos, ya que no siempre es
posible contar con recurso económico para realizar todo lo que quisiéramos. Nos reconfortó el
ambiente participativo en que logramos los objetivos planteados con usuarios comprometidos con
el cuidado de su salud.
Nos queda continuar el trabajo de huertos caseros y aprender nuevas ideas innovadoras para lograr
una mejor obtención de vegetales. Además buscar obtener recursos financieros que permitan
incorporar a más familias en esta experiencia de trabajo.
La sistematización y edición de este relato ha estado asesorada por el Equipo de Buenas Prácticas del
Programa de Salud y Medicina Familiar – UdeC.